viernes, 14 de septiembre de 2007

Los infinitos Detalles


Ya esta casi terminado, pero como le toca revisión Técnica en Octubre, es que lo retire del taller para ver como anda, y la verdad es que anda bastante bien, esta bien apretado, parte al toque, etcétera.

como el volante no esta terminado, le pusimos uno alternativo , por mientras, con una palanca de cambios al tono ( gris plata). Este volante es mas pequeño que el original, se ve bien pero dificulta maniobras estáticas como estacionar.

Lo he usado varios días para ver como anda y han a parecido los siguientes detalles:


1.- El parabrisas se llueve en varios puntos

2.-Como que está medio frenado.

3.- Falta la Bocina.

4.-Falta la 3ra luz de freno.

5.- No se ha instalado el alerón.

6.-No he terminado los tapices de las puertas delanteras ( esa es pega mía ).


.........les dejo unas fotitos de el panel para que vean como se ve la chapa de reís de caoba.

sábado, 28 de julio de 2007

Quinta Etapa II: El equipo de trabajo


Acá aparecen junto al Celica, a la izquierda el maestro Jorge Cisternas ( el auto casi cobra su primera víctima), y a la derecha el Cabecilla...del proyecto, mi gran amigo Julio Salas Ortiz, alias Chip Foose.
Mis agradecimientos especiales a Julito, que con su gran paciencia, profesionalismo, esmero, dedicación a los detalles, ha supervisado personalmente hasta el mas mínimo detalle, como si el auto fuera su sueño.
Sin la presencia de él nada de esto habría llegado a buen puerto, pues gracias a sus notables cualidades, es que se están viendo los resultados que ya se vislumbran. Esas mismas cualidades lo han llevado a donde está y lo seguirán elevando como el profesional de primera línea que es.
Queda pendiente la foto de Arturo, que estímido a la cámara, jajajajajaja.

Quinta Etapa II: comienza el armado




En este momento comienza la etapa que ha demandado mas craneos y ha sido el desafío al ingenio para el principal responsable de este momento de la restomodificación: Arturo Ríos, quien no solo tiene nombre de artista, sino que ha demostrado serlo.


Aquí es donde , aplicando soluciones creativas a problemas complejos se incurre en el pecado mas grave para un purista de la restauración: la modificación / personalización.


Por eso es que he denominado a este proyecto una RESTOMODIFICACIÓN, aplicando un concepto muy acertado usado por los norteamericanos: es una restauracion, pero modificando solo algunos detalles, unos mas notorios y otros menos notorios, pero sin modificar la escencia del modelo original. No es una personalización, concepto mas radical, pero menos profundo, en el sentido de que se puede personalizar un auto nuevo, que en la práctica no necesita ser restaurado.


Restaurar es relativamente poco complicado (no fácil), en el sentido de que se pueden conseguir las partes de clásicos como un Mustang o un Camaro de los 60s o 70s, nuevas de fábrica. Con el Toyota Celica no existe esa posibilidad, ya que una vez descontinuado el modelo hay partes que siguieron siendo fabricadas solo unos años mas, siendo solo posible encontrar algunas cosa nuevas pero generalmente en el extranjero y a precios privativos, en manos de algún nostálgico que compró excedentes de alguna tienda de repuestos toyota en los años 80.


A continuación una lista de las modificaciones estéticas realizadas como solución creativa a la ausencia de partes nuevas:




Tapiz: Se conservó la forma del tapiz original de las butacas, pero retapizadas en cuero natural.


En las puertas se hizo un diseño personalizado diferente, para solucionar problemas de tipo práctico como sostener los parlantes , o la imposibilidad de restaurar los cromados, por ser plásticos.




Alerón: Se incorporó un alerón de Seat Cordoba, por coincidir la medida y asemejarse la forma al original.




Llantas: Se optó por unas llantas aro 14 color titanio que "pegaran" al nuevo estilo.




Pintura: Se realizó en un tono azul del catálolgo Suzuki, pero con chispa multicolor denominada MICA.




Música: Se optó por una fuente JVC, con mp3, para adaptarse a los tiempos modernos, y poder escuchar música de un formato comprimido.




Tablero: se realizó en raíz de Caoba, por lo bonito de la veta, lacada una vez realizada.




Volante: Todavía en proceso.Se mandó a revestir en madera conservando su centro y estuctura original.




Parabrisas: Aqui Arturo sufrió. Al no existir las gomas originales se optó por modificar los marcos de los parabrisasy ponerle molduras modernas, pintando toda la orilla de negro.


Iluminación: Se eliminaron lo Sealed Beams ( silvines en shileno) de fábrica, sustituyéndolos con opticos con ampolletas Osram Cool Blue de 4000ºKelvin.
Señanización: Se eliminaron las aberturas para los intermitentes del parachoques delantero, transformando los focos de posición esquineros en intermitentes, con mica blanca, pero con ampolleta salmón.....al estilo actual.


Quinta etapa I


Ya en el taller "Mecánica JS", comenzó a trabajar el maestro Cisternas. El tiempo total de trabajo fue estimado en tres semanas. Al final de la segunda cayó fulminado por una Apendicitis Aguda, que lo mantuvo alejado del taller por 2 meses y medio.

Cuando retomó, comenzó con toda sue energía y al plazo de una semana , el resultado: una línea recobrada y una pintura impecable.Ya era un equipo capitaneado por Julio Salas, el que , mientras se recuperaba el maetro Cisternas adelantaron el 90% de la mecánica.

Quinta etapa: La Restomodificación Final


Reaparece en escena esta vez Julio Salas. Ya en un taller mas grande ( han pasado varios años ya), Julito tiene un pintor trabajando en él, por lo que ya se podía pensar en pintar el Celica en su taller.

El pintor en cuestión es don Jorge Cisternas.No solo retomó el trabajo mal hecho, sino que volvió a tras retirando pintura, taqueando y devolviendo la línea al Dragón.

Para la pintura se eligió un color azul del catálogo Suzuki, agregándole mica ( en poliuretano).

Este color tiene la particularidad de ser uno de los pocos colores claros en que los cromados se destacan tanto o mas que en un color oscuro, ademas de dar un aspecto juvenil.

Los parachoques fueron mandados a la metalúrgica Munich en Santiago, quedando espectaculares, y no notándose las modificacónes; es decir quedaron " de fábrica".

Cuarta Etapa: La Gran Estafa Dos


Ya pensando en un trabajo mas preocupado de la calidad que del dinero, porque la principal lección que a estas alturas va dejando el proceso es que lo barato a la larga termina saliendo mas caro, fue enviado a pintura con quien hasta ese entonces consideraba uno de los mejores pintores de Viña del Mar: Félix Lauga y su hermano Jesús.
Para resumir: seis meses tirado en su taller, hicieron todo el trabajo en una semana y se tomaron atribuciones en la selección del color y el diseño de la pintura.
Retiré el auto, mal pintado y con una horrible raya anaranjada en sus costados, sin armar.Y tuvieron cara de cobrarme 150.000 pesos por los "materiales".Yo los pagué pensando que al menos la preparación para la pintura estaba bien hecha.
Lo tuve un mes y medio guardado buscando pintor, período en el cual saltaba sola la pintura de algunos sectores, aparecían burbujas y pelusas incluídas en el laca.
En la imagen se ve 1000% mejor de lo que estaba en la realidad.
Comencé de nuevo a buscar otro pintor.

Tercera Etapa: El Rescate


En la primera etapa, quien se preocupó de darle todos los ajustes que su mecánuca requería, fue mi gran amigo y profesional de primera línea Julio Salas Ortiz. Hizo un trabajo acucioso que incluyó desde un encamisado de motor para partir de pistones estándar, hasta arreglar la chapa de la guantera, siempre secundado, como un Luke Skywalker, por Arturito, mejor dicho por don Arturo, su brazo derecho.

En cuanto conoció la situación del pobre Dragón rescatado, inició las gestiones para ubicar a un desabollador bueno que pudiese hacerse cargo de iniciar un trabajo bien hecho en la carrocería de una vez por todas. El resultado: don Luis González, desabollador de la Peugeot en Viña del mar, quien se encargó domingo por medio en ir recuperándole la línea, de hacerle parches y sanar las heridas de este dragón, mal cerradas a punta de masilla.

Trabajo lento pero muy detallista que abarcó hasta la creación de unos soportes para evitar la torsión del parachoques delantero (tan común y el defecto estétipo mas recurrente en este modelo) y la eliminación de las ventanas que tenía este mismo parachoques para los intermitentes(asemejándolo al del modelo 74 que no llegó a Chile).

En la imagen se puede ver cómo

fue entregadoi para pintura

Segunda etapa : La Gran Estafa


Entusiasmado por mi entonces gran amigo, y gran conocedor de los muscle cars de los 70, Patricio Villegas de Santiago, fue que me aventuré a llevar mi dragón a la capital.

La oferta no dejaba de ser tentadora: una pintura completa de primerísima calidad pòr un pintor joven, pero de reconocida calidad( según Patito), a cambio de un tratamiento dental completo, realizado en mi entonces ilegal consulta (aun era estudioante de Odontología) y de correr con los gastos de materiales de la pintura.

El Pintor se llamaba Felipe( su apellido no lo recuerdo), tenía el taller cerca de la casa de Pato. Asistió religiosamente a las citas realizándose mas de 200.000 pesos en tratamiento, y llevándose abonos regulares para materiales hasta llegar a 130.000 pesos mas.

Con casi igual regularidad recibía los reportes de Patricio del avance de las labores; entendí que iba lento pero seguro. A los tres meses me voy dando cuenta que el pintor se empezaba a poner difícil de ubicar, temiendo lo peor, fui a ver el auto , constatando que el avance era nulo: solo desarmado el capot y el auto botado en un taller. Apreté clavijas y un mes después en vista de que la situación no cambiaba, fuia a buscar el auto.

Durante todo el día el pintor se anduvo arrancando, hasta que lo encontramos escondido debajo de una Hyundai H100, como el mas vulgar y rastrero de los ladrones. Prometió devolver el dinero de los materiales a la semana siguiente. Por su parte Patricio prometió insistir por la devolución...........nunca vi la plata y a la semana Patricio se olvidó de su compromiso ( considerando que daba reportes semanales casi del supuesto " avance " de la labor de pintura).


Doble moraleja:


Por el Pintor Felipe: " Al ojo del amo engorda el ganado"

Por el "amigo" Patricio " Mucho ruido y pocas nueces"
En la imagen se puede ver en el estado deplorable que fue devuelto.

La Primera Etapa, no sería la definitiva.

Año 2000, se lo entregué aun pintor que en esa época trabajaba en agua Santa, cerca de la bencinera. Parece que me equivoqué; era escultor......meses mas tarde aflorarían las costras de masilla de hasta 1 cm de espesor al mas mínimo topón caía la masilla, y con ella la belleza de mi dragón pintado AZUL NOCTURNO ( se veía azul de día y de noche negro) espectacular color, pero imán de polvo.....nunca se veía limpio.
Todo esto sumado a que aprendí a amanejar, y obtuve mi licencia a bordo de mi dragón, fuesumando topones y rayones de estacionamientos de supermercado, y un capot cuarteado como arañazo de gato.

Eligiendo un Camino

Esta es una historia larga. Una historia que comenzó por el año 2ooo. Comencé buscando un Ford Mustang de los 60s sin saber mucho de autos, estudiando en la universidad, con poco dinero reunido.
En realidad, lo que quería era tener mi primer auto....y quería que fuera uno antiguo.De lo poco que conocía , me agradaba estéticamente el Mustang 67.......pero sabía muy poco de autos.
Como lo que quería era un automovil de uso diario, mas tarde me daría cuenta de que con el precio firmemente ascendente de la bencina, el citado modelo dejaba paulatinamente de ser una alternativa para mi ajustado presupuesto.
Como escuche hace poco en una película, el auto destinado a ser tu auto especial, tu joyita..... uno no lo elige; él te elige a tí. Así fue como por casualidad me llego a las manos un TOYOTA CELICA LT 1977, que llevaba una año parado con solo el imprimante encima.....
Hice las consultas correspondientes a algunos amigos mecánicos y conocedores de autos, y negocié el valor , comprándolo en 220 mil pesos, muy bien asesorado por mi amigo Eduardo Palacios, antiguo propietario de automóviles del ayer.
Con el auto estacionado fuera de mi departamento de aquella época, feu que Patricio Villegas , me dijo las palabras que serían el sino de todo este proceso: " Con esto de los autos viejos, uno lo único que sabes es cuando se empieza, nunca cuándo va a terminar".